En todos los ámbitos de la vida diaria, todas las personas podemos colaborar para organizar una convivencia digna para nosotros y para quienes nos rodean.
Fijemos algunas conductas para que ello sea posible:
- No imponer nuestras ideas por medio de la fuerza o violencia
- Aceptar a las otras personas aunque no piensen igual que nosotros
- No debemos hacer críticas por el solo hecho de criticar sin proponer una solución
- No siempre el error esta en el otro.
- Fomentar el diálogo, no la discusión
- No burlarse, ni agredir al otro del que presenta alguna debilidad, ofrecerle colaboración.
- Saber divertirse sanamente sin molestar a nadie, haciendo participar a todos de la diversión
- Disfrutar la felicidad que nos dan las pequeñas cosas, aquellas que son fuentes de energía
- Actuar con responsabilidad cumpliendo con nuestros deberes sin necesidad de que nadie nos lo recuerde, porque somos capaces de asumir compromisos.